Desde Medellín hacia Cúcuta hay 582 km. Desde Medellín hasta Pasto hay 813 km. Desde Medellín hasta Santa Marta hay 826 kms y aún así, mi reloj marcó más kilómetros este año: en total fueron 864,3 fascinantes kilómetros. Es como si hubiese corrido desde Medellín hasta Rioacha. Una enorme satisfacción personal.
Como lo he mencionado, correr es algo mío, rompe con mi rutina y me recuerda que estoy vivo. Hace que sienta mi cuerpo como en ningún otro momento ni espacio lo siento. Es mi meditación activa. En algunas ocasiones es estar con Jose, en otras, es estar con Manuel. A fin de cuentas, es estar conmigo mismo.
En ocasiones le corrí a la vida y a mis sentimientos y aún así, fue terapéutico. En otras ocasiones, los kilómetros que corrí, fueron kilómetros de vida, de fortaleza y como lo mencioné, de una enorme satisfacción personal, de convencerme por cada kilómetro que todo en la vida es cuestión de tiempo y sacar el tiempo es cuestión de ganas y las ganas dependen del interés que le pongamos a las cosas y a los momentos. Por todo esto gracias, infinitas gracias cuerpo, corazón, pulmones y mente por haberme permitido correr 864,3 kilómetros de vida.
En cuanto a la sabiduría, quiero agradecer tres grandes momentos: El primero, en el que aprendí a trascender a mi hermosa familia sin olvidarla. Momento que ha permitido sentirme liviano, liviano en cuanto a la toma de decisiones, decisiones sin validadores y sin cargar con responsabilidades ajenas. Contrario a esto, aprendí a disfrutar de la compañía, salud y lucidez de mis padres, tía y hermanita. En otras palabras, aprendí a disfrutarlos en cuanto a calidad de tiempo. El segundo momento, la construcción tan profunda y poderosa que logré este año con Carlos Mario. Solo infinitas gracias a él y a mi disposición en enfrentar cambios radicales en mi vida. Y finalmente, el momento en que logré recuperar la confianza que había perdido en lo laboral. Esto, porque en Meli siento que puedo desarrollar gran parte de mi energía potencial. ¿Por qué todo esto en agradecimiento a la sabiduría? porque, como dice Viktor Frankl: Al hombre se le puede arrebatar todo excepto una cosa: la última de las verdades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino y para esto, se requiere de coraje, coraje para afrontar cambios en la vida, a fin de cuentas, si lo quiero y tengo miedo, lo haré con miedo. Y así fue, lo hice con muchos miedos y logré mucho. Infinitas gracias.
En este cierre de año un perdón y un lo siento para mi, porque, si bien fue un año donde me sentí libre y sin pensamientos limitantes, tuve miedos e inseguridades en que la piedrita apareciera y aguara todo lo bonito que construí, coseché y aprendí. Un perdón y un lo siento para mi, por permitirle a la inseguridad y a la ansiedad que se adueñaran de mis emociones en algunos momentos del año. Con esto pienso que no debemos autoflagelarnos por nuestros impases y en su lugar, reconocerlos con bondad y conciencia para enfrentarlos de mejor manera cuando vuelvan a visitarnos. Porque, finalmente es de lo que aprendemos en la vida. Un perdón y un lo siento.
Este año no podría cerrarse sin agradecerle infinitamente a aquel Agosto, mes en el que tuve mi momento más alto de exigencia en Mercado Libre. Infinitas gracias a la tarde de aquel jueves, donde la exigencia, incertidumbre y presión nubló mi memoria e hizo que olvidara cancelar aquel encuentro. El encuentro que marcó el 2022 en un antes y un después. Un encuentro donde se comenzó a escribir una historia. Una historia que me permitió sentir nuevamente el amor al mejor ritmo salsero y donde podía insinuar dado que estábamos full comprometidos. Ella, una mujer llena de virtudes y cualidades, que con su inteligencia, dulzura y estilo único se robó toda mi atención. Una mujer que llenó de matices y colores mi vida. Gracias infinitas a la vida y las energías por haberme nublado la mente aquel Jueves de Agosto y no haber cancelado aquel encuentro, el encuentro de nuestra historia, el encuentro donde coincidí con my beauty.
Para cerrar, agradezco inmensamente a la vida y las energías haberme permitido vivir un 2022 en el que aprendí a superar el miedo constante con el que viví durante la pandemia. Un 2022 que me permitió nuevamente compartir, contemplar, sonreír y soñar. Gracias infinitas vida y energías por este 2022.
Hoy al lado de my beauty, mi hermosa familia llena de salud, vida, lucidez y la hermosa noticia de que un nuevo integrante estará con nosotros, le doy la bienvenida al 2023, con amor, bondad, felicidad y sabiduría para enfrentar los grandes retos que nos trazamos y que seguro el nuevo año nos traerá.
Infinitas gracias vida y energías.